¿Por qué "Papá Noel" o "Santa Claus" se llama así y por qué decimos que vino del Polo Norte?

Año tras año, millones de niños alrededor del mundo se esfuerzan por portarse bien para que, al final del año, puedan escribir una carta. Esa mágica carta que será enviada al polo norte a un regordete señor de pelo y barba blanca: Papá Noél/Santa Claus.

Sin embargo, ¿te has preguntado alguna vez de dónde vino este señor? Algunos dicen "es una creación de Coca Cola". Bueno, no tanto. Acá te explicamos correctamente de dónde salió la persona con el trabajo soñado (o sea, un día al año no más).

Episodio I: San Nicolás 
En una epóca muy muy lejana, por ahí en el siglo III, nació Nicolás de Bari en Mira, una provincia entonces romana, pero que actualmente pertenece a Turquía. Su familia era de aquellas con bastante dinero, por lo que no tuvo que pasar ninguna dificultad.

Claro, esto hasta que sus padres fallecieron. Muchos consideran que esto fue un alivio más que una tragedia, pues su padre quería que siguiera sus pasos en el mundo del comercio, mientras que su madre quería que fuera obispo.

La causa de muerte de sus progenitores fue la peste, que también afectaba a una gran cantidad de pobladores de su provincia. Conmovido por la trágica situación de esta gente, repartió sus riquezas y se convirtió en sacerdote.

Sus constantes actos de bondad, actos milagrosos y la devoción hacia él por gran parte de los que conocían su nombre, lo llevaron a ser santo patrón de Rusia, Turquía, Grecia y Francia.

Episodio II: Nicolás y los niños y la Navidad

Ahora, ¿cómo es que este bondadoso santo empezó a ser relacionado con la Navidad y los niños? En principio, en base a una serie de milagrosas historias y, posteriormente, como reemplazo de algunas creencias paganas.

Se cuenta que San Nicolás consiguió curar a un grupo de niños que fueron acuchillados. Mediante rezos y oraciones, Nicolás logró su curación casi inmediata. Ahí comienza su historia con los niños.

Regresando a cómo se relacionó con la Navidad, antes de él existían varios personajes paganos en diferentes lugares que llegaban a repartir regalos durante las épocas de las celebraciones a Saturno en Roma.

Por ejemplo: en Italia, había un hada llamada Befana; en Cataluña y Aragón estaba Tió o Tió de Nadal; en algunos pueblos vascos estaba el carbonero Olentzero; en otros valles se creía que eran duendecillos; etc.

Con el tiempo, y en vista de sus milagros, San Nicolás reemplazó a la mayoría de estas creencias paganas. Algunas de ellas se le unieron, como los duendecillos, que hasta ahora forman parte de la magia navideña como sus ayudantes.

Episodio III: "Papá Noel" y "Santa Claus"

Ahora que conoces mejor su historia, vamos a saber por qué es llamado de diferentes formas. En algunas partes todavía se le dice "San Nicolás", pero mucho más conocidos son sus nombres "Papá Noel" y "Santa Claus".

Papá Noel viene de su apelativo europeo, en donde lo llaman "Papá Navidad". Father Christmas, Babbo Natale, Père Noël son algunos ejemplos, pero en España se prefirió castellanizar "Noél" para que quede simplemente como "Noel" y, por ende, "Papá Noel".

Por otro lado, la aparición de "Santa Claus" llega con la migración holandesa del siglo XVII a Nueva Amsterdam, hoy conocida como Nueva York, con sus correspondientes tradiciones y costumbres.

Una de ellas es la de la celebración de su patrono, Sinterklass, entre el 5 y 6 de diciembre. Posteriormente, en el siglo XIX, el escritor Washington Irving realizó una sátira sobre este personaje y sobre su mala pronunciación en inglés: Santa Claus.

A raíz de esta sátira, la incorrecta escritura y pronunciación del patrono se fue popularizando, a través también de varias otras publicaciones. Luego, cuando se llevó de regreso a Europa, se llevó en esta versión.

Episodio IV: El Polo Norte y los renos

Si San Nicolás era un santo de Turquía, ¿cómo fue que llegó al Polo Norte? Pues, es sencillo: gracias a los 33 dibujos que realizó el caricaturista americano -nacido en Alemania- Thomas Nast para el Harper's Weekly. Él también empezó la tendencia de darle una imagen más robusta y contentona.

Por esas épocas (1860-80), el frío y la nieve se habían convertido en los símbolos indiscutibles de la Navidad. En ese tiempo no se sabía mucho sobre el Ártico, más allá de que era un lugar en el que nevaba todo el tiempo.

Si unimos el Ártico con un personaje que es representado por la nieve, básicamente, tenemos el lugar perfecto para que viva. O por lo menos eso pensó Nast, quien empezó a unirlo en la fábula.

Para ese momento los renos ya habían sido incluidos en la historia por Clement C. Moore’s y su poema "Una visita de San Nicolás". Nast sólo tuvo que pasar los renos, que viven en lugares fríos como Finlandia, a otro lugar también frío como el Polo Norte.